Lo más destacado de la Semana de la Moda en París 2014
La escenografía que todos los años sirven de marco para el desarrollo de
la Semana de la Moda en París, son fundamentales para darle un aire distinto a
las colecciones. La marca Christian Dior es una de las que se distingue por
refinado gusto. En esta ocasión cantidades de orquídeas blancas recubrieron las
paredes de espejo de una sala habilitada en los jardines del Museo Rodin.
La pasarela abrió con vestidos de líneas curvas con ensanches en las
caderas, rescatando el volumen del traje a la francesa del siglo XVIII.
El fustán con el que se le daba volumen a la falda en aquella época dejó paso a
la estructura de tul, y el sostén, a sencillas partes sin mangas. Los refinados
bordados de geometrías florales y esquemáticas compartieron escenario con las
telas de seda de filamentos plateados y dorados.
Simons, director artístico de Dior, resucitó las chaquetas
masculinas del siglo XVIII para el uso en las mujeres, que se
convirtieron en uno de los mayores aciertos de la colección, en las cuales
sobre fondo negro, sobresalían ricos bordados y formas rígidas y estructuradas,
en terciopelo, en lana o en seda.
Los años veinte del siglo pasado se hicieron presentes en la
pasarela con vestidos rectos, por debajo de la rodilla, cubiertos de flecos o
de flores, con toques de arte contemporáneo, con un único punto azul sobre
fondo blanco.
Simons dirigió la mirada también a la herencia de Dior y, concretamente,
a su chaqueta Bar o saco sastre, de la década de 1950.
En la Semana de la Alta Costura
de París Donatella Versace, por su parte, mostró en su colección asimetrías
deconstruidas, se vieron los volúmenes cuidadosos de Stéphanie Coudert y las
cascadas de lentejuelas de Fred Sathal para el próximo otoño-invierno.
Donatella combinó el armario
femenino con el masculino al convertir un traje de chaqueta en un mono con
medio escote palabra de honor, al ajustar la americana con un corsé y al
confeccionar un vestido de noche con una única pernera.
Los vuelos de descontrolado
volumen de las faldas definieron los modelos de gala de una colección basada en
las asimetrías, las superposiciones y los juegos de impredecibles aperturas,
reseñó Efe.



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